El chocolate es un alimento que por su origen vegetal es fuente de antioxidantes, vitaminas y minerales que hacen de él un super alimento.
El chocolate elaborado con cacao, y algunos edulcorantes no debería de producir alergias ni intolerancias (excepto al propio cacao), pero la contaminación cruzada puede hacer que las partículas de otros alérgenos que están en el aire, contaminen el chocolate. Cabe mencionar que el problema no está solo en la composición del chocolate sino en que la cadena de producción y envase donde se fabrica esté libre de cualquier partícula contaminante. Es por eso que hay que estar atentos a la famosa leyenda: “contiene trazas de …”
En este caso, solo los alérgicos severos, no los intolerantes, sentirán síntomas y deberán abstenerse de comer estos alimentos.
Cuando se trabaja en ausencia de alérgenos y se siguen normas de Control de Proceso de Producción y Envasado correctas señaladas mediante un APPC (Análisis de Riesgos y Puntos de Control Críticos) se consiguen tabletas de chocolate libres de alérgenos.
EUFIC, European Food Information Council, define de este modo las alergias e intolerancias:
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La alergia alimentaria es una forma específica de intolerancia a un alimento o uno de sus componentes, que activa el sistema inmunológico. El sistema inmunológico controla el modo en que el cuerpo se defiende. La alergia a alimentos se produce cuando la persona reacciona con síntomas al contacto, ingestión o inhalación de las PROTEÍNAS de un alimento, nunca ante los azúcares (lactosa, fructosa…). En ese caso hablaríamos de una intolerancia a esos azúcares, producida por un problema digestivo, no inmunológico.
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Un alérgeno provoca una serie de reacciones en cadena en el sistema inmunológico, entre ellas la producción de anticuerpos. Dichos anticuerpos provocan la segregación de sustancias químicas, como la histamina, que produce varios síntomas, como picor, moqueo, tos o trastornos respiratorios o hasta reacciones graves, incluso, puede poner en peligro la vida si se ingiere o se toca una cantidad microscópica de alimento, e incluso, si se inhala dicho alimento.
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La intolerancia alimentaria afecta al metabolismo, pero no al sistema inmunológico del cuerpo. La respuesta a la intolerancia alimentaria se produce en el aparato digestivo.
Algunos de los síntomas de la intolerancia alimentaria y de la alergia alimentaria son similares, pero las diferencias entre ambas son muy importantes.
Si usted come un alimento al que es intolerante, es probable que se sienta mal. Sin embargo, si tiene una verdadera alergia alimentaria, la reacción de su cuerpo a ese alimento podría llegar a poner en peligro su vida. Las personas que tienen realmente alergias alimentarias necesitan generalmente eliminar el alimento causante de su dieta.
¿CÓMO REACCIONA NUESTRO CUERPO ANTE UN ALÉRGENO?
El sistema inmunológico generalmente protege al cuerpo de las proteínas extrañas dañinas, generando una reacción para eliminarlas. La alergia se da esencialmente cuando el
“sistema inmunológico no funciona bien” y percibe una sustancia normalmente inocua como si fuera una amenaza
-un alérgeno- atacándolo con las defensas inmunológicas del cuerpo.
Cuando hay una reacción alérgica real, el cuerpo produce anticuerpos
(una proteína que específicamente se une a otra proteína llamada antígeno – en este caso el alérgeno – para neutralizarla y eliminarla del cuerpo).
SÍNTOMAS ALÉRGICOS
RESPIRATORIOS
– Moqueo o congestión nasal
– Estornudos
– Asma (dificultad para respirar)
– Tos
– Sibilancia
– Trastornos respiratorios
GASTROINTESTINALES
– Dolor abdominal
– Diarrea
– Náuseas
– Vómitos
– Cólicos
– Hinchazón
CUTÁNEOS
– Inflamación de labios, boca, lengua, cara y/o la garganta (angioedema)
– Urticaria
– Erupciones o enrojecimiento
– Picazón (prurito)
– Eczema
SISTÉMICOS
– Shock anafiláctico (shock generalizado grave)
¿QUÉ ES INTOLERANCIA ALIMENTARIA?
La intolerancia alimentaria puede tener síntomas similares a los de una alergia
(entre ellos náuseas, diarrea y dolor abdominal), sin embargo el sistema inmunológico no interviene en las reacciones que se producen de la misma manera; éstas se dan cuando el cuerpo no puede digerir correctamente un alimento o uno de sus componentes. Las más habituales son la intolerancia a
la lactosa y la fructosa.
Las Intolerancias alimentarias son un problema cada vez más frecuente en nuestra sociedad. Las personas que sufren alguna intolerancia pueden consumir pequeñas cantidades del alimento o del componente alimenticio, sin que se den síntomas, excepto en el caso de personas que sean sensibles
al gluten o al sulfito.
Los
Celiacos, personas con intolerancia al gluten, son quizás el grupo más numeroso y visible, unido a los alérgicos a los frutos secos, a las leguminosas, a la proteína láctea, al huevo, a los crustáceos, además, algunas personas deciden tomar dietas en las que eliminan alimentos muy procesados y se decantan por otros en los que el procesado es mínimo y, generalmente, se prescinde de las proteínas y grasas animales.
Unidos a todos ellos, los diabéticos que son cada día más, demandan
chocolates sin azúcar añadido.
Para todo este amplio grupo de personas hemos creado la línea de productos CHOCOAGAVE para ayudarles a mantener su dieta:
Chocolate más natural.
¿CÓMO AYUDAMOS A LOS ALÉRGICOS QUE GUSTAN DEL CHOCOLATE?
Evitamos la contaminación cruzada y mantenemos un estricto control así como análisis de laboratorio continuos para dar la seguridad a nuestros clientes de que pueden consumir nuestros chocolates sin riesgos de contaminación, además de estar certificados por las Asociaciones correspondientes. También aseguramos la calidad de nuestros chocolates al ser orgánicos, sin colorantes, sin conservadores, sin grasas añadidas y sin azúcar de caña.
No son esos chocolates cuyo sabor recuerda a medicina por los químicos añadidos. Estos chocolates están confeccionados con mucho cacao y esa es la gran ventaja. A más cacao, más propiedades beneficiosas y menos grasas, como es el caso del chocolate negro. En el caso del chocolate con leche y el chocolate blanco, es imposible producirlo sin leche ni azúcar por lo que
no es apto para diabéticos ni para veganos.
Por supuesto, tanto con la tableta como con el Chocoagave en polvo se pueden realizar trabajos de repostería como si de cobertura se tratara:
es cobertura de chocolate para celiacos! Además, el Chocoagave en polvo
(que no contiene harinas, ni lácteos) lo puedes añadir a tu leche de arroz, de soya, de coco… según sean tus necesidades nutricionales.
Todo esto hace a los productos CHOCOAGAVE APTOS PARA TODA LA FAMILIA, generando confianza, gracias a nuestra garantía la calidad y responsabilidad con nuestros clientes.