20 gramos de chocolate amargo al día, son tu placer y tu medicina
El consumo de chocolate, mejor cuanto más amargo (obscuro), aporta a nuestro organismo muchos más beneficios que inconvenientes. 20 gramos de chocolate amargo al día, son tu placer y tu medicina.
Las semillas de cacao son un alimento que por su origen vegetal son fuente de antioxidantes, vitaminas y minerales que hacen de él un súper alimento. Estudios científicos han comparado el cacao con las denominadas “superfrutas” como el açaí, el arándano, arándano rojo y la granada.
El chocolate contiene fósforo, magnesio, hierro, potasio, calcio, zinc, cobre, manganeso, vitaminas A, B1, B2, B3, C, E, ácido pantoténico, tiamina y riboflavina, teobromina y taninos, antioxidantes naturales, etc. por lo que es importante desmitificar la idea de que se trata de una golosina.
ACTUALMENTE
Las tendencias que prosperan en nuestro modo de vida nos llevan a realizar un consumo:
• Sostenible, mejorando el medioambiente
• Orgánico, mejorando nuestra salud
• Responsable, mejorando la vida de los demás
RESPONSABILIDAD SOCIAL
Los consumidores de cacao debemos saber que cuando compramos una tableta de buen chocolate, los productores ofrecen a los campesinos la oportunidad de un salario digno y una exigencia de que en la elaboración de sus productos no se ha empleado el trabajo infantil o trabajos forzados.
Hay que buscar cacao de variedades que supongan una vuelta a la pureza genética y a las técnicas de cultivo orgánicas. Por lo tanto, ganamos sabor y cualidades en el cacao orgánico. Cuando compras productos hecho con cacao orgánico, procedente de fincas que siguen estos criterios estás colaborando a que miles de personas tengan una vida más digna y un entorno de futuro.
Los pequeños productores de Latinoamérica apuestan por el cacao de alta calidad y consideran la producción orgánica de cacao como un “Sistema integral en el que la finca de cacao es un organismo vivo”. Los productores de cacao orgánico cuidan su entorno, por esto decimos que es una producción sostenible y que da importancia a los ecosistemas agrarios que integran la flora y fauna del lugar. Es lo que denominamos respeto y cuidado de la biodiversidad en las zonas tropicales.